Ilusiones

Posteado el Dom, 22/05/2011 - 00:00
Autor
Alberto Mazor
Fuente
Semana.co.il

 

"Una paz basada en ilusiones acabará chocando con las rocas de la realidad de Oriente Medio", dijo esta semana Binyamín Netanyahu mirando fijamente a los ojos de Barack Obama y refiríendose claramente a él.

Cuando hablamos de ilusiones nos referimos al parecer a imágenes sugeridas por los sentidos que carecen de verdadera realidad o a esperanzas infundamentadas.

Infundamentadas o no, el escritor argentino reciéntemente desaparecido, Ernesto Sábato, escribió una vez: "Yo creo que la verdad es perfecta para las matemáticas, la química y la filosofía, pero no para la vida. En la vida, las ilusiones, la imaginación, las aspiraciones, los intereses, las ambiciones y las esperanzas cuentan mucho más".

Arthur Miller aseguraba que una era finaliza cuando las ilusiones se agotan.

Bibi, por su parte, se olvida que la ilusión que renace a menudo en el alma humana, está muy cerca de ser una realidad. Nuestro primer ministro es un ser tan racional que no le vendría mal adoptar a veces las ilusiones de los ilusos.

Netanyahu tampoco toma en cuenta que si no fuera por muchos ilusos, no viviríamos hoy en un Estado judío libre e independiente ni tendríamos la fuerza social, económica y militar de la cual disponemos y nos orgullecemos.

Obama, por lo visto, tiene trucos en el bolsillo y naipes bajo la manga, pero resulta ser todo lo contrario de un prestidigitador como Netanyahu. Éste último, nos vende ilusiones con apariencias de verdad, mientras que el líder norteamericano nos plantea evidencias con aire de ilusiones.

Sea como fuere, desiluciones ya tuvimos de sobra y ya somos bastante veteranos en batallas de todo tipo como para olvidarnos de que la ilusión es la hermana menor del desengaño pero que es válida cuando la realidad la toma de la mano.

Fue Albert Einsten quien afirmó que la diferencia entre el pasado, el presente y el futuro es sólo una ilusión persistente.

Binyamín Netanyahu tiene su propia verdad, y puede ser legítima. Pero a veces no alcanza para pagar con ella en el mercado de las ilusiones liderado por Barack Obama.

"El fracaso no es ninguna virtud", dijo Obama en la Asamblea de AIPAC en un discurso netamente sionista. Convendría adoptar dicha frase para empezar a escribir el himno de los ilusos.
 

Sin votos (todavía)