18-j con jota de baJón

Posteado el Sáb, 21/07/2012 - 10:11
Autor
Liliana Shapiro
Fuente
Pensandonos.com.ar

 

El 18 de julio no estuve en el acto, estaba a kilómetros de distancia…lo vi televisado y me sentí tan lejos…de lo que se veía.

Sentí angustia…no entendí bien por qué…no era miedo a algo concreto era la angustia, un sentimiento que experimentamos cuando nos preocupamos por que algo desconocido nos suceda.

Necesitaba entender… Me acordé de Spinoza cuando excomulgado por la propia comunidad judía, buscaba el sentido de comunidad, así me sentí, absolutamente extraña a esa comunidad que se veía por TV.

Mi angustia ahora más concreta, se transforma en temor.

La pérdida de una comunidad…un nuevo atentado esta vez interno… Expusimos ni más ni menos lo que somos hoy como comunidad. De una pobreza, de una mediocridad que da pena.

Un acto con palabras vacías que por su nimiedad mostraban una inmensa brecha entre el horror vivido y el diminuto reclamo de justicia. Y un público, en un silencio, para mí, ensordecedor.

¿Por qué no gritan, por qué no silban, por qué no se rebelan?, me preguntaba.

¿Acaso están todos de acuerdo? ¿Acaso temen mostrar la fractura interna? ¿Acaso no creen, que igual quedamos con la fractura expuesta?

Solo espero que este 18J hayamos tocado fondo y que sea la fecha en que comencemos la mayoría de edad, que comencemos a madurar como comunidad, a ser más reflexivos, más dialogantes.

No concibo una comunidad a priori, que se define por lo que es dado, esencialista, sino en una comunidad que se produce, una comunidad que se genera, una comunidad que se inventa.

No a la que se pertenece por origen. Y a la que por temor se calla.

Sí a una comunidad que se entra por relación, por interaccion, en diálogo y disenso por lo que tienen de común, porque es esto que tiene de común lo que hace incrementar su potencia.

Como encontrar la manera de expresar nuestro desacuerdo con lo ocurrido y RECLAMAR que la política que se persiga a futuro, esté al servicio de esta conformación de comunidad, y no una política que promueve un desmoronamiento, un debilitamiento, una pulverización, un nuevo atentado.

Porque si esto ocurre solo nosotros vamos a ser absolutamente responsables.

 

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