ISRAEL + PALESTINA – HAMAS = PAZ

Posteado el Jue, 22/11/2012 - 14:10
Autor
Agustín Ulanovsky
Fuente
Facebook

 

Si algo he notado en los últimos días es la incomodidad de amigos y conocidos por la posición a tomar de cara a los lamentables sucesos de los últimos días en Gaza; permítanme compartirles entonces algunas reflexiones...

Si hay algo difícil de alcanzar en el conflicto israelí es una posición balanceada y equilibrada. Por lo general, las posiciones suelen enfrentar a aquellos grupos de extrema izquierda que con nefasto éxito logran proyectar la imagen de un Israel imperialista sediento de sangre palestina y la postura de quienes escudándose en el legítimo derecho que tiene el pueblo judío a su autodeterminación nacional, postergan las críticas que Israel merece. De esta manera, somos muchos los que quedamos encerrados en una u otra posición sintiendo que es necesario alcanzar y promocionar una mirada más amplia e inclusiva capaz de conciliar los intereses enfrentados, de determinar la convivencia armónica entre un Estado palestino y uno judío y de colaborar al desarrollo de la región.

¿Y por qué es tan importante que las opiniones sean equilibradas en este conflicto? Porque en la era de Internet, las telecomunicaciones, Facebook y demás, el conflicto entre palestinos e israelíes se ha convertido en el ícono de las batallas globales. Ningún otro conflicto despierta tantas pasiones, opiniones encontradas y marchas y contramarchas en cualquier rincón del mundo como el israelí-palestino; la “desproporción” tantas veces citada para cuestionar a Israel también se vislumbra en las diferencias en la cobertura y repercusión cuando se lo compara con otros conflictos actuales como el sirio. De esta manera, el equilibrio importa porque el campo más decisivo del conflicto entre palestinos e israelíes no es el de los tanques, los misiles y los FAJR-5 sino el de la opinión pública internacional que conformamos entre todos.

Por el lado palestino, sus autoridades aprendieron que para imponerse sobre Israel no hay factor más redituable que la presión conseguida a través de la opinión pública. En tanto la opinión pública suele inclinarse por quién advierte como el más débil, los palestinos han implementado una campaña de victimización con mensajes muy fáciles de captar y sensibilizar difundidas principalmente por los medios de comunicación. Dicha estrategia ha venido siendo funcional tanto para la prensa (cuyo negocio no es otro que lucrar a través de las noticias y el conflicto entre palestinos e israelíes siempre “vende”) como para las dos facciones palestinas quienes se evitan así superar sus propias contradicciones internas de cara a una negociación con Israel.

Siendo de esta manera el desafío de carácter global, el Estado israelí cuenta casi exclusivamente para contrabalancear la campaña contra su imagen con las comunidades judías del mundo. Así las cosas, el judío diaspórico se ve muchas veces expuesto a responder a quienes, en la mayoría de los casos con buena fe aunque no siempre, pretenden entender “por qué Israel hace lo que hace” y cuál es la razón para tanta guerra y dolor. Y lo cierto es que si en lugar de mejorar, la imagen de Israel empeoró en los últimos años no se debe sólo a una buena campaña palestina o a decisiones controvertidas del gobierno israelí sino también a un error estratégico de las comunidades judías.

Determinados por el contexto, los judíos hemos asumido demasiadas veces el rol de portavoces del gobierno israelí y olvidado que nuestra misión no es defender acciones gubernamentales israelíes sino promover la legitimidad y los fundamentos de la existencia del Estado judío en Israel. Este error no sólo ha atentado contra la credibilidad de la posición comunitaria sino también ha provocado que muchos judíos, en un acto de estúpida rebeldía, se conviertan en los principales promotores de los intereses de los fundamentalistas palestinos.

Reconocido este error es momento de referirse al acto que se está organizando en la jornada de hoy en Viamonte y Pasteur. Desde mi perspectiva, las circunstancias actuales ameritan que quienes nos preguntamos constantemente dónde está el equilibrio digamos hoy “PRESENTE” en solidaridad con Israel.

1. Debemos estar presentes para manifestar la solidaridad de la sociedad argentina con los millones de israelíes que se ven desde hace años agredidos por los ataques de Hamas y con las víctimas inocentes palestinas provocadas por la irresponsabilidad de su gobierno.

2. Debemos estar presentes para demostrar a Hamas que la opinión pública internacional ya no es receptiva a su vil estrategia de victimización; las constantes provocaciones con lanzamiento de cohetes y misiles, el uso de escudos humanos y los atentados terroristas deben terminar YA.

3. Debemos estar presentes porque lejos de condenar al pueblo palestino, son ellos las primeras víctimas de los grupos fundamentalistas que hoy gobiernan Gaza con un discurso basado en el odio, el sectarismo y la violación a los derechos humanos.

4. Debemos estar presentes porque una vez más la comunidad judía debe ratificar su apoyo a una negociación directa entre Israel y Palestina que estipule el nacimiento del Estado palestino y las debidas garantías para que los israelíes vivan seguros y en paz.

5. Debemos estar presentes porque como argentinos debemos sentirnos avergonzados y repudiar enérgicamente la violencia y barbarie demostrada por grupos trogloditas como Quebracho.

6. Debemos estar presentes porque como argentinos debemos exigir a nuestro gobierno que procure un acercamiento entre las partes, responda a principios ecuánimes e imparciales y se aleje de las sectarias posturas mantenidas hasta el momento.

En definitivo, soñemos con que hoy seamos capaz de dar un verdadero impulso a la paz diciendo PRESENTE.

Am Israel Jai.

 

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